regar las plantas

Para poder disfrutar al máximo de nuestras zonas verdes, ese toque de naturaleza casa, debemos conocer las reglas básicas sobre cómo cuidar de las plantas; proporcionándoles la correcta cantidad de agua para que puedan crecer adecuadamente y tener las propiedades necesarias para una larga y sana vida.

El agua en estado líquido, o bajo forma de vapor, es un elemento necesario para vehicular todas las sustancias nutritivas para el desarrollo de las plantas, ya que entra directamente en la composición de los tejidos. Cuando por primera vez nos acercamos al mundo de las plantas son muchas las curiosidades y dudas que surgen, así que hoy trataremos de conocer, estudiar y aprender de qué manera debemos regar las plantas con esta guía completa.

 

Reglas generales de riego

 

La primera regla general para poder aprender a regar de una forma correcta las plantas es saber evaluar el justo grado de humedad del suelo. ¿Sabías que un riego inadecuado es una de las principales causas de sufrimiento de las plantas y que puede llevarle a morir? Por ello resulta necesario comprender cómo y cuándo “dar de beber” a nuestras plantas  para suministrar las cantidades correctas de agua de acuerdo con cada una de sus necesidades.

Tenemos que romper con ciertas creencias, como que humedecer las plantas una vez a la semana o simplemente cuando nos acordamos no es la manera correcta de actuar y nos conducirá a ciertos problemas.

 

¿Cada cuánto regar las plantas?

Para saber exactamente la cantidad correcta de agua que hay que suministrar, deberíamos antes de todo tener en cuenta algunas variables como:

 

  • Área geográfica y consecuente climatología
  • Clase de maceta utilizada
  • Especie y tamaño de la planta
  • Exposición diaria a la luz
  • Periodo del año

 

Obviamente también es necesario no olvidar que una planta al ser un ser vivo también está condicionada por sus diversas etapas de crecimiento. Otro factor bastante importante durante los meses invernales es que las necesidades de agua de las plantas disminuyen con respecto a la estación cálida. Entonces es importante fijarse en la posición de la planta y averiguar el estado de la tierra; si está seca, será necesario regar.

Para realizar un buen trabajo, también es fundamental tener en cuenta el material donde se coloca la planta. Por ejemplo los tiestos de barro son porosos, y justo por esta razón, el agua del riego tenderá a evaporarse bastante rápidamente. Por otro lado, utilizando un material como el plástico, se obtiene el efecto contrario, ya que aumenta la retención de humedad. También hay que recordar que utilizar macetas esmaltadas, de vidrio o de metal se retendrá más agua de la necesaria, con el consecuente riesgo de que se pueda crear moho e incluso algunas enfermedades que podrían en riesgo la salud de la planta.

Así que una buena solución sería colocar un material, como arcilla o simplemente un trozo de terracota, para evitar que el agua se estanque en la base del tiesto, dejando que en un segundo momento las raíces puedan absorber el líquido que sobró. En alternativa otra operación igualmente válida es la de crear unos cuanto pequeños orificios en el fondo, que dejen pasar el agua en exceso que la planta no necesitará.

 

¿Cuándo es mejor regar las plantas en verano?

Una de los problemas más comunes que podemos encontrar en verano en la diferencia de temperatura, por lo que es normal preguntarse:

¿Cuándo es mejor regar las plantas? ¿De día o de noche?

Quizás bajo este aspecto lo más importante es la sincronización con la que se realiza esta operación, tratando de no regar las plantas durante las horas más calurosas del día. Al contrario, es preferible abastecer de agua en las primeras horas de la mañana o por la noche cuando el calor deja una tregua al ambiente. Otra cosa importante a la hora de proveer vida a nuestras plantas con el agua es controlar la temperatura de la misma, tratando que sus parámetros sean los más cercanos al ambiente, evitando lo que llamamos un choque térmico. Este fenómeno podría crear daños y por eso hay que evitarlo vertiendo además el agua directamente en la tierra.

 

¿Cómo regar las plantas de interior?

regar las plantas

En la vida de las plantas de interior hay unos periodos peculiares de gran crecimiento vegetativo que suelen coincidir con los meses de marzo y el de septiembre. En estos momentos debemos tratar de regar las plantas de la manera más correcta posible. Entonces se aconseja utilizar agua de muy buena calidad evitando sustancias dañinas como el cloro. Por esta razón una buena táctica consiste en llenar la regadera y dejar reposar el agua algunas horas, para que las sustancias nocivas puedan evaporarse. Como alternativa podemos utilizar directamente agua de lluvia.

Volviendo al procedimiento para regar, podemos decir que la operación consiste en humedecer de manera abundante la tierra. Otra forma de riego consiste en llenar de agua el plato debajo del tiesto si notamos que el suelo es muy seco, para luego tras unas horas eliminar el agua residual para evitar que se estanque. En ocasiones podría verificarse la aparición de un bulto compacto alrededor de las raíces, que impediría la correcta alimentación. Para resolver este problema deberemos colocar la planta dentro de un recipiente más grande- maceta incluida- , y proceder con lo que se llama riego de inmersión. Entonces llenamos con agua hasta el borde para que todo el tiesto se quede sumergido hasta un par de centímetros de su borde.

Dejando el envase en apnea durante unas horas el suelo actuará como una gran esponja, absorbiendo la cantidad de agua suficiente para humedecerlo todo y desenredando la raíz por completo. Otro truco que podemos utilizar cuando la calor es muy extremo es mojar con un vaporizador las hojas de las plantas, especialmente si en momentos del día las trasladamos momentáneamente al exterior. Para realizar esta operación se aconseja utilizar agua desmineralizada para evitar que se puedan manchar las hojas en el acto.

En conclusión podemos afirmar que regar las plantas no es una ciencia exacta y, como hemos aprendido en esta guía, los factores a tener en cuenta son múltiples

Lo importante es entender que la vida de una planta depende exclusivamente de los cuidados a la que sea sometida, recordando que tu mano sigue siendo la mejor manera de medir si para tu planta necesita agua.