Aunque las temperaturas de las última semanas siguen siendo agradables regalándonos días calurosos, el otoño ya ha llegó hace tiempo. En el próximo futuro se acercan las estaciones más frías del año y las temperaturas serán destinadas a bajar repentinamente, así como el fenómeno de la lluvia irá poco a poco intensificándose.

No obstante el empeoramiento de las condiciones climáticas, en esta temporada que precede el invierno podemos seguir cultivando de forma regular nuestra huerta. Obviamente tendremos que tomar unas medidas diferentes, entre las cuales la correcta elección de las hortalizas y plantas para cultivar. Resulta muy importante recordar que cada estación del año tiene sus frutas y verduras para sembrar. Si se cultiva fuera de su temporada habitual un alimento dado, muy probablemente las propiedades nutricionales del mismo podrían ser “falsas”, de tal modo que el resultado en muchas ocasiones no coincidirá con lo esperado. Además los productos de temporada son los mejores en absoluto, resultando más fragantes y aromáticos. Al elegir verduras frescas y cosechadas de acuerdo con su maduración natural, se traerá una riqueza única y extraordinaria en el paladar de cualquiera de su consumidor.

Fertilización de la huerta

Antes de implementar cualquiera medida en nuestra huerta deberemos empezar con una fertilización, teniendo en cuenta de unos cuantos factores. Sin duda alguna la lluvia es uno de ellos pensando que un terreno demasiado mojado y húmedo no permitirá la correcta disposición de los terrones.

Con la ayuda de una de las clásicas herramienta como la azada, deberemos mover el terreno para luego proceder con esparcir el abono de manera regular. Estamos hablando de unas dosis de 4/5 kilos para metro cuadrado, considerando que el compost deberá ser colocado a una altura de 20 centímetros bajo tierra. Tras todas estas operaciones dejaremos a los agentes atmosféricos el resto del trabajo. Así que el viento y la lluvia ayudarán en desplazar los terrones, facilitando en consecuencia su fertilización, dejando penetrar fácilmente las sustancias nutritivas del abono.

Uno de los cuidados a tomar en cuenta en estas fases del laburo resulta sin duda el reconocimiento adecuado de la clase de terreno al que nos enfrentamos. Efectivamente nuestra huerta podría tener una consistencia arcillosa o arenosa, y es importante saber cómo comportarse. En el primer caso un solución podría ser añadir arena para aligerar el peso específico, mientras en el segundo deberíamos espesar el terreno con del abono. En ambos casos habrá que elegir la herramienta correcta, diversificándola según cuál de las dos operaciones citadas emplearemos.

¿Qué hortalizas y plantas podemos cultivar en otoño?

En otoño las temperaturas suelen ser todavía bastantes agradables y probablemente acompañados por lluvias, algo que hace de estos momentos los periodos ideales para sembrar variedades de productos a corto y medio ciclo.

 Algunos ejemplos de hortalizas del otoño

#Ajo

El periodo ideal para plantar el ajo es el marco de tiempo que va desde mitad octubre hasta los primeros días de noviembre. Siempre varía dependiendo de la región y consecuentemente de sus condiciones climáticas. Lo ideal para un crecimiento correcto serían unas temperaturas alrededor de los 20 grados, pensando que las irrigaciones tienen que ponerse en marcha solamente en fase de desarrollo. Hay otras variedades de esa planta y algunas bastantes famosas como por ejemplo el Ajo rosa, que al contrario del normal escoge enero como mes más adecuado para su plantación.

#Cebolla

Otra planta muy común que podemos tener en cuenta para nuestra huerta es la cebolla, que se inclina para su crecimiento hacia unas temperaturas cálidas de 15-20 grados. Requiere un terreno fértil y con un buen nivel de drenaje, sin agua estancada que podría favorecer el desarrollo de moho y podredumbre. Los bulbos no necesitan demasiado riego y es buena cosa intentar tener el terreno siempre oxigenado.

#Zanahoria

Como sabemos no existe una planta mejor de otra, sino un ambiente más adecuado para el crecimiento de cada planta. En el caso de la zanahoria hablamos de una hortaliza de origen mediterránea que se utiliza en todo el mundo, aportando una sustancia importante como la pro-vitamina A (caroteno).

Esa planta en un verdadero comodín pudiendo cultivarla prácticamente a lo largo de todo el año, teniendo en su ADN una gran adaptabilidad a variadas condiciones atmosféricas. Prefiere un terreno suelto y bien estructurado para que no se obstaculice el crecimiento de su raíz, y sin estancamientos o charcos de agua.

#Lechuga

Como la zanahoria también la lechuga se puede sembrar a lo largo del año. Existen muchísimas variedades de esta planta, y cada una se adapta a diferentes temporadas. El riego deberá de ser bastante regular, con la tierra al su alrededor siempre un poco húmeda. La variedad de invierno se siembra a partir de septiembre, y la temperatura ideal de crecimiento oscila entre los 15 y 18 grados.

#Calabaza

 Entre las hortalizas otoñales que podemos implementar en nuestra huerta a partir de octubre está la calabaza, emblemas del otoño, con su color, forma y dimensión que la hacen irresistible. Quizás no todos saben que estamos hablando de una fuente increíble de vitaminas y minerales. Al mismo tiempo podemos disfrutar de una pulpa bastante dulce con su característica consistencia muy delicada, resultando muy adapta para cremas o sopas.

Las condiciones climáticas ideales son las que varían entre 10 y 20 grados, ya que para esta planta no es de agrado ni el frio ni el calor. Para favorecer una vida sana y un desarrollo correcto a la calabaza, habrá que regarla con una discreta frecuencia necesitando aproximadamente 2,5 litros de agua a lo largo de una semana.

#Coliflor

 Podemos plantar las semillas en otoño, sabiendo que se trata de una planta que germina muy rápidamente. Requiere un suelo rico de sustancia orgánica por lo cual una extra de compost siempre será bienvenido. En general se trata de una hortaliza bastante sensible a la sequía, debido a lo cual necesita una buena dosis de agua a lo largo de la semana. Su temperatura ideal se atesta alrededor de los 15 grados, resultando este periodo adecuado para su crecimiento.

Estos recién citados solamente son unos cuantos ejemplos, siendo en realidad  mucho más largo el listado por hacer. Igualmente lo que hemos aprendido hoy tras esa lectura será precioso para “aconsejarnos” por cómo actuar de la mejor manera.

Aunque las condiciones meteorológicas no sean de las mejores, hay varias plantas y hortalizas que se encuentran “a gusto” en este periodo del año, o incluso necesitan esta justo esta temporada para dar lo mejor de sí.

En general solo se tratará de tener en cuenta los requisitos de cada vegetal para realizar la faena correctamente, esperando aquel día que en nuestra mesa asoporaremos el fruto de nuestro trabajo.

Fuente foto destacada: Alimentación saludable y ejercicio