Contemplar tu espacio verde en las varias estaciones a lo largo del año pudiendo apreciar los varios colores que la naturaleza nos regala, no tiene precio. Pero sin embargo el resultado tan buscado que nos hará sentirnos orgullosos, pasa por varias tareas a realizar. Obviamente cada temporada conlleva sus faenas y fijarnos en las condiciones climáticas resulta fundamentales para un buen resultado. Ya empieza septiembre y el gran calor del verano ha pasado. La vegetación vuelve otra vez a respirar y en algunos casos a florecer. Si el trabajo de estas semanas es óptimo, sentaremos las bases apropiadas para alcanzar un buen crecimiento de nuestras plantas en la próxima primavera.
Por lo tanto, mientras en agosto la actividad resulta bastante pobre, en este periodo debemos dedicarnos a la delicada preparación del terreno. Además, pronto llegaran los meses más fríos y nuestro jardín tendrá que estar preparado para encarar el invierno.
Vamos ahora a descubrir las tareas necesarias para realizar un buen trabajo, que nos ayudará a mantener un jardín con un aspecto excelente, y asimismo capaz de seguir creciendo y desarrollándose apropiadamente.
Sin duda la primera operación que necesitamos cumplir en el mes de septiembre es un buen “lavado de cara” de nuestro jardín; es decir, una buena limpieza. En esta etapa muchas plantas acaban su periodo vegetativo. Justo por esta razón hay que eliminar lo viejo para dejar sitio a nuevas esencias, dejando asimismo que la tierra respire. Si hablamos de las plantas perennes no debemos olvidar eliminar cuidadosamente los tallos y las ramas que llevan flores marchitas. Gracias a esta operación permitimos que la planta retome fuerza y esplendor. De la misma manera hay que ocuparse lo suficiente del terreno, limpiándolo de las hojas que este periodo del año caen copiosas en nuestro jardín.
Este momento específico resulta ser muy delicado porque las malas hierbas de nuestro jardín producen sus semillas. Por este motivo hay que hacer un seguimiento de nuestro nuestro espacio verde extirpando las malas hierbas que podrían afectar de manera muy negativa nuestro jardín. De igual forma, pequeñas operaciones de poda tienen que ser efectuadas justo en ese mes sobre los arbustos y las plantas.
En el caso de los setos aprovecharemos también septiembre para darles una nueva forma. En este caso deberemos de utilizar unas buenas tijeras profesionales. Para evitar contaminaciones por parte de bacterias, tenemos que asegurarnos que las herramientas utilizadas durante este procedimiento estén ben desinfectadas. No debemos olvidar que durante la fase de poda provocamos unas “heridas” a las plantas, y justo por esta razón hay que tomar las correctas precauciones, cautelando cuanto más posible el procedimiento.
En general deberíamos recordar que nuestro terreno en los meses más cálidos suele compactarse en varios puntos. Con un clima más seco este fenómeno suele verificarse provocando unos daños a nuestras plantas. Efectivamente tras ese evento se va formando una costra superficial que impide a las raíces respirar de la forma más apropiada. En este caso para obviar este problema molesto e inoportuno, tenemos que originar una mejor ventilación en nuestra parcela. Con las correcta herramientas iremos removiendo la tierra con mucho cuidado, volcando poco a poco la zona. Si notamos la presencia de puntos demasiados secos, podemos proceder tranquilamente a su exportación, para luego en un segundo momento añadir tierra fresca.
Obviamente si queremos un césped verde habrá que prestar bastante atención en ello, porque con el calor del verano fácilmente haya podido ser víctima de las altas temperaturas. Por lo regular se detectan bastante fácil estas zonas, en cuanto el color del manto toma una apariencia pálida de color amarillo. En este caso la operación correcta consiste en eliminar tales sectores amarillentos. Por otro lado podemos implementar nuestro prado con hierba nueva y fresca, añadiendo por ejemplo el trébol. Efectivamente si esta especie por un lado es el símbolo irlandés por excelencia que trae buena suerte, por el otro tiene unas estrepitosas propiedades curativas que ayudaran a sanar nuestro jardín.
El mes de septiembre es unos de los momentos más adecuados la siembra. Por esta razón, hay que prestar bastante atención al calendario lunar, siendo el que nos aconsejará la mejor circunstancia.
La fase otoñal es la época ideal para hacer provisión de semillas directamente desde la naturaleza, por ese motivo podremos encontrarlas fácilmente en nuestro jardín. Por supuesto hay que pensar en las características de las plantas, así podremos entender el momento perfecto para la siembra. Algunas semillas tienen un fertilidad muy rápida, mientras otras podremos conservarlas tranquilamente durante varios años. Lo importante será secarlas al sol, preservándolas, por ejemplo, para la próxima primavera.
Las plantas con bulbo suelen florecer en primavera así que desde septiembre podemos empezar su siembra, siguiendo hasta los primeros días de diciembre. Para unos buenos resultados deberemos de disponer de un terreno muy suave y suelto. Un truco que podemos adoptar consiste en evitar el estancamiento de agua, ya que podría provocar la podredumbre de los bulbos. De tal modo que si inspeccionado el terreno lo encontramos demasiado pesado o compacto, podremos añadir arena para evitar tal efecto dañino.
Si en nuestro jardín hay un apartado dedicado al cultivo de hortalizas, septiembre también resulta ser el momento correcto para sembrar. Por ejemplo cuando hay luna creciente lo más adecuado sería plantar hierbas aromáticas varias, plantas de acelgas, rúcula, achicoria, lechuga escarola y rábanos. También las zanahorias pueden ser una buena solución. En fase de luna menguante se sugiere poner cebollas de varias clases, puerros y espinacas. Este periodo resulta de igual forma importante parta recoger las hortalizas.
En conclusión, debemos recordar que cuanto más específico nuestro trabajo, mejor será el resultado adquirido. Un jardín es un conjunto de diferentes formas de vida que necesitan mucha atención, siendo un pequeño ecosistema creado por nosotros mismo. Septiembre es un mes de gran trabajo en la jardinería, y para aquellos amantes de la jardinería, la diversión está asegurada a principios de otoño.
Fuente foto destacada: Ville&Casali