jardín bilógico

El jardín no deja de ser la entrada de nuestra casa, capaz de reflejar el carácter de la persona que se ocupa de él. Con solo un vistazo nos dejará claro cuáles son nuestros gustos, cómo manejamos los recursos, cómo preferimos transcurrir en el tiempo libre y, sobre todo, la atención que tenemos hacia la naturaleza. La jardinería biológica en este sentido nos ayudará a respectar el la naturaleza en armonía.

Cualquiera de nuestros gestos conllevan una implicación en el mundo. Por esta razón tenemos que ser conscientes y respetuosos sabiendo que mejorando nuestro entorno, también enriquecemos la vida a nuestro alrededor. Crear una relación de sinergias con la naturaleza es único y especial.

Por lo tanto, si estás decidido a elegir esta opción de jardinería, vas a encarar una decisión muy noble.  El camino del jardín biológico y orgánico es también tomar conciencia de diferentes cosas. Por ejemplo, una de las normas principales para abarcar esa filosofía se establece la prohibición del suministro de productos químicos, que supuestamente conllevan un pequeño porcentaje de riesgo para la salud de las personas y de nuestras plantas.

Si somos capaces de respectar esas pocas reglas que marca la jardinería biológica, lograremos vivir en mayor armonía con el medio ambiente, así como con el planeta que nos acoge. Nos sentiremos rodeados de una naturaleza más sana, bella y agradable.

jardín biológico

Antes de profundizar en el tema, sería necesario empezar por aprender los principios de un jardín biológico. Efectivamente, en esta práctica el suelo nutre las plantas y viceversa; siendo su ecosistema, un ciclo continuo de la naturaleza. Entonces, todo lo que crece en la tierra extrae sustancias nutrientes directamente de la misma, y cuando llega al final de su vida, restituye a la tierra todas las sustancias nutritivas para poder empezar desde cero con un nuevo ciclo.

 

¿Qué es un jardín orgánico? ¿Cuáles son sus principales características?

Cuando se habla de jardín orgánico hay que tener en cuenta la manera peculiar en la cual cuidamos de nuestro cultivo. Solamente utilizaremos materiales naturales, sin añadir pesticidas o contaminantes. Las ventajas de esta concepción de cuidar de la naturaleza son muchísimas: Cero residuos, ninguna sustancia toxica, cuidado del medio ambiente y una cosecha natural y sabrosa.

 

¿Cuáles son las ventajas de un jardín biológico?

Gracias al cultivo biológico nuestras plantas crecerán sanas y fuertes disminuyendo vertiginosamente la posibilidad de enfermedades, que de todas formas podrán ser tratadas con tratamientos naturales a impacto cero.

Crear un jardín donde todo “funciona” a la perfección ya no será solo un ideal. Pon en marcha el reciclaje de los residuos y reduce el consumo de agua.

 

¿Cómo se cuida un jardín biológico?

La respuesta más obvia a esa pregunta consiste en el olvidar los fertilizantes y pesticidas, que se utilizan con demasiada frecuencia. Sin embargo, esto no equivale a  abandonar las plantas a su suerte. Las alternativas naturales a emplear son muchas y variadas. Acercarse al cultivo biológico y orgánico equivale a ser preventivos y no curativos. Por ello, la elección de unas u otra splantas en un determinado terreno es un factor clave. 

Resumiendo, podemos decir que en un jardín biológico la naturaleza es nuestra gran aliada. Trabajamos cooperando con  las diferentes plantas, animales e insectos para crecer y desarrollarnos en armonía.

 

Consejos para cultivos en un jardín orgánico

– Sin duda un buen terreno es la base por donde empezar. El material orgánico utilizado  será determinante, atribuyendo a las plantas todas aquellas sustancias nutritivas que necesitan para poder desarrollarse. Igual de importante es el equilibrio de la composición de terreno. La justa medida entre arcilla y arena será clave para retener la humedad; que es tan necesaria en nuestros cultivos.

– En esta manera de cultivar, el único fertilizante otorgado por la naturaleza consiste en un compuesto de Sal de Epsom (sulfato de magnesio) combinado con restos alimentarios.

– Hay diferentes tipos de insectos que nos serán de grande ayuda. Las mariquitas, por ejemplo, se alimentan de áfidos (parásitos); hecho que ayuda a nuestras plantas a crecer sanas.

– La disposición de las plantas es igual de importante. Hay que saber que la simple ubicación de las especies marcará la diferencia en nuestro jardín. Hay plantas que son antídoto de otras, por ejemplo. Situándolas en el lugar correcto también nos ayudarán a evitar el empobrecimiento del suelo evitando infecciones.

jardín biológico

 

Conclusión

Como ves, utilizando técnicas armónicas entre la naturaleza y el hombre, la agricultura biológica es muy efectiva. El término orgánico exalta el origen de la vida, creando una interconexiones entre todos elementos vivos.