Si pensamos al jardín entenderemos fácilmente como los meses no son todos iguales. Enero es el momento más correcto para tomar una descanso de las tareas de jardinería, recordando que en este periodo tan frío, hasta los más voluntariosos deberán abandonar la idea de poder cultivar el jardín al no ser que se encuentre en una posición geográfica donde la climatología no resulta tan adversa. Quizás resulte más sabio quedarse en casa y disfrutar del calor que ofrece la vivienda.
Pero podemos realizar unas cuantas tareas pendientes para poder tener la situación bajo control en los próximos meses. Efectivamente, habrá que centrarse, por ejemplo, en el importante cuidado de las diferentes herramientas, que dentro de un breve periodo se volverán a utilizar y deberán estar en perfecto estado. Por otro lado, aunque no podamos encargarnos de trabajar directamente la tierra, en esta época del año es el momento más adecuado para realizar una atenta planificación de la huerta, y para elegir las plantas para el jardín o huerto.
Pese a que en este mes nuestro espacio verde se encuentre en plena fase de descanso vegetativo, serán necesarias diferentes prácticas de jardinería para tener bajo control el correcto estado de nuestra parcela. Por lo tanto, habrá que realizar unas labores que comprenden la limpieza de toda la zona, así como encargarse de una buena fertilización. Por otra parte, la irrigación del terreno no deja de ser una tarea a realizar, de igual manera que realizar un cuidado de nuestras plantas será básico si no queremos encontrarnos más adelante con situaciones desagradables.
Sin duda unas de las tareas más importantes a ejecutar en este periodo del año resulta ser la higiene de nuestro jardín. Tener el césped, los parterres y los escaso cultivos bien limpios de hojas será fundamental, asimismo como remover semanalmente las ramas secas o enfermas y las malezas que inevitablemente intentaran interponerse hacia el camino del bienestar de tu parcela.
Es importante evitar el error de olvidarnos de los montones de hojas que en estos momentos del año se asientan sobre el césped. Este manto es muy peligroso porque no deja efectuar la natural transpiración al terreno, fomentando la proliferación de enfermedades y hongos.
Sin embargo, hay también otras cosas importantes a considerar si hablamos de limpieza; como por ejemplo, el cuidado del cobertizo de herramientas. En estos momentos resultará sensato asegurarse del buen estado de todos los nuestras herramientas de jardinería, y si hace falta repararlas o sustituirlas.
Las vallas o muros son parte de nuestro jardín, y por lo tanto, necesitan también de nuestro cuidado, sobre todo si el material con el cual están compuestos es madera. Al igual si tenemos zonas pavimentadas con baldosas de madera o piedra, resultará importante verificar el estado de las mismas.
En enero aunque el estado vegetativo en general está en su fase de descanso, igualmente hay plantas y vegetales que a lo largo del invierno viven y se desarrollan. Por lo tanto, habrá que utilizar un abono con una valor muy alto de potasio y fósforo, crucial para poder fortalecer las plantas. Sin duda en previsión de la llegada futura de la primavera, podemos empezar a preparar el terreno utilizando un fertilizante orgánico maduro o en alternativa una calidad granular rica en nitrógeno. Gracias a esta operación podremos fácilmente enriquecer para algunos meses nuestro jardín, dejando muchísimo elementos nutritivos para las plantas cuando el estado vegetativo reanude su marcha por completo.
Si hablamos del suministro de agua deberíamos tener algunas precauciones importantes para nuestra parcela. En general, enero no deja de ser un mes con un alta concentración de lluvia, de tal manera que nuestras intervenciones deberán de ser constantes. Con la concreta posibilidad de heladas tenemos que tratar de supervisar la situación. Objetivamente el estancamiento de agua provocar hielo en las horas nocturnas, causando serios daños a nuestro jardín. Por estas razón el consejo es de efectuar una irrigación moderada con temperaturas iguales o superiores a los 10°C, realizando esta operación durante las horas más calurosas del día.
Un buen cuidado de nuestro jardín pasa también por una buena vigilancia y asistencia de las protagonistas de nuestro espacio verde: Las plantas. En efecto, las plantas deben ser protegidas de los agentes atmosféricos que en estos periodos son nuestros peores enemigos. El hielo puede provocar daños irreparables, de tal forma que protegerlas con mantas, tela arpillera o sabanas sería importante si se espera una nevada. También operaciones como la del acolchado (mulching) pueden ser muy útiles, colocando mantillo a la hora de proteger las plantas de las heladas. Lamentablemente esta medida no es válida para todas las especies que no soportarían unos mantillos demasiado pesados, así que en este caso deberíamos decantarnos por cubrirlas con telas.
Otro gran enemigo de nuestro jardín en enero es la nieve. Si por ejemplo cubre las raíces de plantas y árboles verdes puede incluso aportar beneficios; pero en las ramas, al contrario, podría ser causa de ruptura al no soportar el peso. Así que tras una nevada es de buena costumbre sacudir la nieve de las ramas de los árboles.
Para los amantes de la naturaleza en esta época del año podemos contribuir a la vida de los pajaritos, con algunos pequeños actos. Colocando casitas y comederos a una altura mínima de dos metros, podemos ofrecer refugio a estos simpáticos animalitos. Además, con este gesto les obsequiamos un sitio seguro para ayudarlos a superar el invierno, que en muchos casos resulta muy duro para algunas especies.
El proceso de recortar un árbol o arbusto en este periodo del año casi siempre se debe evitar, al no ser que nuestro jardín este colocado en un posición geográfica que ofrece unas condiciones climatológicas adecuadas, sin la repentina bajadas de las temperaturas. En este caso podemos realizar una poda controlada de las especies que han perdido todas las hojas. En zonas donde hay un clima más templado con un riesgo de heladas prácticamente nulo, es posible podar también los arbustos de flores.
A pesar de que en enero nuestro jardín se encuentre en un estado de inactividad, vemos cómo podemos realizar tareas en esta época. Si tratamos de cuidar lo mejor posible nuestra parcela no tendremos ningún problema por la climatología, y al contrario, sentaremos las bases para un perfecto despertar vegetativo que nos regalará un maravilloso resultado en primavera.