En cualquier piso, casa o apartamento la presencia de una zona verde siempre será bienvenida. Las plantas nos proporcionan paz y tranquilidad, tanto mental como física, con tan solo mirarlas. La verdad es que no hace falta disponer de grandes espacios para poder disfrutar de ello. Un pequeño jardín vertical se puede realizar en espacios exteriores: patios, terrazas, balcones o incluso dentro de casa. Por lo tanto, para poder crear nuestra esquina de naturaleza según nuestras posibilidades y exigencias.
Esta simpática e interesante solución nace de la mente del estudioso Patrick Blanc, que gracias a sus espectaculares jardines verticales cubrió fachadas de áreas privadas y públicas de la ciudad de Paris. El botánico parisino se convirtió en un famoso paisajista tras adornar con sus proyectos el museo Quai Branly, además de ocuparse de los 15.000 metros cuadrados en Rue d’Alsace.
Obviamente Patrick fue el pionero de la técnica que al día de hoy se utiliza en todo el mundo. Dichas composiciones de plantas están realizadas gracias a paneles o módulos de PVC, fijadas directamente a las paredes.
Lo más importante para que el concepto funcione es recordar el importante rol que juega la armonía del proyecto. Existen varias técnicas para diseñar un jardín vertical; fachada ventilada o las barreras fonoabsorbentes.
Otro punto importante a tener en cuenta para realizar un buen trabajo resulta la elección de las especies de plantas a utilizar. Las condiciones climáticas son fundamentales para saber qué clase de planta escoger para que la flora autóctona interactúe con el jardín vertical de la manera más natural posible.
Ahora falta entender cómo podemos trasladar las ideas de las que hablamos a nuestras casas para poder disfrutar de estas estructuras verticales. Antes de todo, resulta indispensable elegir qué espacio será más idóneo para poder crear nuestra composición. Para eso debemos pensar con qué clase de planta queremos contar para tratar de que la coexistencia sea lo más natural posible.
Hay diferentes técnicas para tapizar de vegetación nuestras paredes, tanto interiores como exteriores, utilizando diferentes materiales y técnicas. Por ejemplo, lo que comúnmente se llama “Upcycling” (reciclaje) nos permite utilizar objetos que quizás ya no tendrían uso. Utilizar nuestra creatividades muy importante, porque nos regala la posibilidad de obtener resultados inesperados y sobre todo económicos.
Viejas persianas, pallets, madera, bamboo, cubos de plástico, marcos, estructuras de metal solo algunos de los materiales que se pueden utilizar para concebir y elaborar una solución divertida, que nos permita al mismo tiempo dar un toque de verde a nuestra casa.
Las soluciones tecnológicas y de diseño concebidas expresamente para crear jardines verticales o muros verdes que al día de hoy podemos encontrar en el mercado de jardinería vertical todavía no resultan muy asequibles para todos los bolsillos, pero su precio se ha moderado y son diseños muy prácticos.
Para realizar una pared verde utilizando elementos varios de reciclaje como botellas, tiestos, jardineras u objetos similares que realicen la función de contenedor, debemos pensar que hay unas ciertas pautas a seguir. Cada material que formará parte de la estructura con la cual realizaremos nuestro jardín tiene su pro y su contra, y hay que tenerlos en cuenta. La tierra con la cual rellenaremos nuestros contenedores deberá ser específica, con un peso limitado y que no favorezca el estancamiento del agua. Se aconseja forrar el contenedor con un tejido de fieltro o material sintético, que posea las mismas características compositivas.
También se pueden utilizar pallets, viejas persianas o construcciones más grandes para concebir nuestro jardín vertical casero. En el caso de utilizar estas estructuras, hay que considerar el peso de las mismas, recordando que la fase de fijación a las paredes deberá ser bastante profesional. Con esta solución podemos cultivar varias clases de plantas a la vez obteniendo juegos de colores que pueda dar un toque todavía más alegre a nuestro espacio. Incluso podemos utilizar, en todas las estructuras mencionadas, plantas comestibles comúnmente utilizadas en la cocina: perejil, albahaca, menta, cilantro, romero….
El mantenimiento de un jardín vertical requiere de un compromiso semanal para poder cuidar correctamente de tu zona verde. En casa, por ejemplo, la tierra podría crear un trabajo extra de limpieza, pero hay una planta que pude obviar a todo eso. Estamos hablando de la Tillandsia, comúnmente llamada planta aérea. La diferencia principal de esta especie con respecto a las demás reside es su manera de vivir. De hecho este peculiar vegetal no tiene raíces, se sustenta con el aire, donde toma agua y nutrientes a través de sus hojas. La gran virtud de esta especie es su bajo peso, resultando justo por estas razones un candidato perfecto para nuestro jardín vertical.
En conclusión, podemos afirmar que un jardín vertical no deja de ser un concepto creativo y original. Las soluciones citadas son cada vez más comunes en los hogares, regalando paz y armonía alrededor de ella. Las soluciones pueden ser muy diferentes y no seguir un esquema obligatorio, dando espacio a la imaginación de cualquiera.
Ingenio, originalidad y buena voluntad son lo que necesitarás para crear el proyecto de tu paraíso verde. ¿Quién dijo que contar con un jardín en un piso fuera imposible?